domingo, 18 de noviembre de 2012

CUATRO MESES DE AMOR, CANSANCIO Y APRENDIZAJE

El tiempo ha pasado tan rápido que precisamente nuestro bello regalo de amor cumple hoy cuatro meses y dos semanas. Debo confesar que mi vida ha cambiado completamente y en ocasiones me hacen falta algunos momentos de soledad, ser mamá es mi mayor privilegio y por lo cual estoy sumamente agradecida con Dios.

Mi linda bebé es un ser feliz, que cada día al ver su carita me regala su más tierna y hermosa sonrisa. El primer mes fue el más difícil, el ser padres primerizos, la ansiedad y el miedo a lo desconocido hicieron este proceso más desgastante de lo que imaginábamos y aun cuando se escuchen muchos consejos y se lean muchos artículos, el ser papás es algo completamente distinto. Definitivamente este primer mes fue muy agotador, cansado y atemorizante, no obstante, tener a un ser indefenso que depende totalmente de ti, acrecienta el amor y da las fuerzas necesarias para sobrevivir, así que también fue un mes sumamente especial, lleno de aprendizajes y que nunca olvidaremos. Hay algo que nadie te dice, amamantar es doloroso, difícil y realmente agotador. (Pronto escribiré mi experiencia sobre ese tema).

Pero una vez pasado el primer mes el segundo es más gratificante y cuando empecé a observar las risas de mi beba, mi mundo se llenó de momentos mágicos y lágrimas de alegría casi a diario.
Su tercer mes fue precioso sus balbuceos aumentaron y el escuchar su tierna vocecita a distintas horas del día ha sido placentero y maravilloso. Regresé a mi trabajo y dejarla por algunas horas, me ha resultado muy doloroso, nunca pensé que se podía amar y extrañar tanto.

Y hoy que mi princesa tiene sus cuatro meses, me ha regalado momentos únicos, pero el que me hace casi siempre llorar, es cuando la amamanto y de pronto me mira fijamente a la cara y me dice “agú” con su enorme sonrisa, ese “agú” me llena completamente, porque para mí tiene el significado de “te amo mami” y no puedo describir la emoción que me produce.

Puede que el ser padres te cambie la vida, pero también es la experiencia de amor más exquisita que la vida te regala, y aún cuando hay días que las fuerzas escasean, el abrazar, besar y ver la carita de un ángel en tus brazos te devuelve la energía y hace que tu día sea mejor y lleno de entusiasmo. Por eso puedo afirmar que mi hija convirtió mi vida en un ramillete de amor y mucha felicidad.