Cuando eres madre y más si
eres primeriza el dormir noches completas desaparece de tu vida. Debo decirles,
que desde que tenía 7 meses de embarazo no he dormido una noche completa.
Al nacer mi bebé esto ha
sido imposible, ya que mi linda niña no es de esos bebitos que desde los 2
meses duermen como angelitos sin despertarse. Ella es una niña buena que no
hace berrinches en las noches, pero luego de cuatro o cinco horas de sueño se despierta
para comer otra vez, esto sucede siempre en la madrugada y aunque hay días que
me hago la dormida, invitándola a dormir nuevamente al mirar su cuna unos
ojitos me dicen “se que estás despierta y tu sabes qué quiero”. Y no queda de
otra que amamantar a mi linda niña.
Estos días festivos mi
realidad ha sido peor, con salidas pertinentes, el papá todo el día en casa, mi
hija no quiere dormir a las horas acostumbradas esto hace que su mamita
descanse menos y el cansancio ha aumentado en enormes cantidades.
Tratando de hacer las cosas
más llevaderas, decidimos que era el tiempo de pasarla a su habitación, pero mi
niña no se acostumbra y sus cinco horas seguidas de sueño bajaron a tres, que
gran dilema y cuanto agotamiento.
Sin embargo, anoche sucedió el milagro mi bella princesa me dio el regalo de nuevo año, al dormir desde las nueve de la noche hasta las cinco de la mañana, por primera vez en ocho meses, volví a recordar y disfrutar lo magnífico que es dormir una noche completa y vaya espero que de ahora en adelante esto sea lo más frecuente en mi vida otra vez.
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