Hoy se celebra el día del amor y la amistad, la mayoría de nosotros celebraremos con nuestra pareja y le obsequiaremos algún detalle para demostrarle cuan valioso es en nuestra vida. Es un buen día para los comerciantes y para otros es un pésimo día por no tener pareja, no obstante que equivocados estamos si amar es una decisión diaria y el demostrarle a las personas que los amamos debería ser parte de nuestra cotidianidad.
Personalmente este es mi primer San Valentín con mi hija en nuestro hogar, y vaya que nos recordó a su papá y a mí lo dulces que son los besos que nacen del corazón.
Hace apenas unos días nuestra princesa nos sorprendió con esos besitos llenos de ternura, que tanto habíamos soñado, anoche sorprendió a su papito al tomarle su cara y darle el primer regalo del día del amor un beso que le hizo brotar lágrimas de alegría. Y aunque yo había disfrutado de ellos, hoy cuando lo repitió por tres ocasiones seguidas lo único que pude hacer es llorar de felicidad, pues esos besitos llenos de tanto amor me hicieron rebosar el corazón y meditar la gran verdad de la vida, los mejores regalos no son los que cuestan dinero, al contrario son aquellos espontáneos que salen de nuestro ser para decirle a otra persona cuanto significa en nuestra vida.Por ello te invito a regalar todos los días del año, sonrisas, abrazos, cumplidos, besos y gestos que hagan a los tuyos llenar su cántaro de alegría, dicha y amor. Eso no te cuesta dinero, y nos hace hacer diferencias agradables en el camino de otra persona... ¡Que dulces y gratificantes son los detalles del corazón!.
