jueves, 4 de julio de 2013

MI PRIMER AÑO COMO MAMÁ PRIMERIZA

Dice la frase que el tiempo pasa volando y este último año puedo afirmar que es cierto. Hace un año el 4 de julio a las 4: 20 de la madrugada me convertí en mamá por parto natural, fueron los dolores intensos que he sentido y la experiencia de vida más relevante.

Como lo conté alguna vez, mi bebita permaneció internada una semana luego de su nacimiento, oportunidad para entender que las cosas nunca son como uno las sueñas, que solamente Dios sabe con certeza lo que nos depara el día de mañana;  que la vida es y será siempre una caja de sorpresas agradables y tristes.
No obstante, aquí estoy un año después escribiendo que la maternidad me ha convertido en una mujer distinta, más fuerte, serena, leal, paciente, dinámica, amorosa y (aunque suene feo que yo lo diga) más inteligente y suspicaz.

Si, la maternidad impacta toda la existencia, pero en mi caso es y será el acontecimiento más bello que he vivido, me dio la oportunidad de ver el milagro de la vida y ser el instrumento para su desarrollo. Hoy se cumplen trescientos sesenta y cinco días de un ser que llegó a nuestro hogar indefensa, dependiente en su totalidad, hoy mi princesa recorre la casa gateando y los últimos días dando sus primeros pasos, expresa en su dialecto la inconformidad con lo que no le gusta, dice “ya no” cuando no quiere más comida, en fin aquella bebé que solo dormía y comía sus primeros días, hoy según lo mucho que he leído deja de ser bebé y se empieza a llamar niña.

Sin embargo, siempre será mi bebé, el ángel de mi corazón, mi amor chiquitito y bello, el amor de mamá, mi milagro y mi regalo de Dios para toda la vida… Te amo princesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario