sábado, 27 de octubre de 2012

AL FIN CON NOSOTROS

Si hay algo que nunca pensé que sucedería es lo que voy a contar, tuve muchos miedos durante mi embarazo como lo comenté anteriormente. No obstante, pensé que luego del parto todo sería perfecto con mi bebita en casa y disfrutándola con nosotros. Pero nuestros deseos no siempre se hacen realidad y como hubo alguna complicación durante el alumbramiento mi pedacito de cielo, se quedo internada durante una larga semana.
 
En la unidad de neonatos conocí historias desgarradoras y tuve tiempo para darle gracias a Dios, porque mi bebé no estaba grave, y solo estaba ahí por un protocolo hospitalario. En esas circunstancias aprendí que la vida es una caja de sorpresas y que ni en mis pesadillas más oscuras habría imaginado pasar todo el día en el hospital y regresar a casa sin mi niña hermosa, no hubo tiempo para sentir dolor por la episiotomía, ni sentir las molestias que muchas mujeres experimentan durante esos primeros días.

Pero los días grises no duran toda la vida, y al cumplir la semana llamé antes de irme y me dieron la mejor noticia del día, mi hija tenía salida del hospital, mi corazón saltaba de alegría!, tomé sus cosas y desee que el día pasara lo más rápido posible, sin embargo, pasaron las horas y hasta las seis de la tarde me dijeron ya pueden irse. Saber que ese día nuestro hogar por fin tendría a nuestra hija fue un motivo de mucha algarabía para nuestra familia.
 
Y llegó ese momento mágico, con el que habíamos soñado durante el embarazo, al fin nuestra hija estaba en nuestra casa, y desde ese día puedo decir que nuestro hogar es diferente, lleno de amor, cansancio, y ante todo de una felicidad que no disminuye, al contrario, crece a diario y nos hace soñar con todos los bellos momentos que nos esperan.

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