sábado, 13 de octubre de 2012

CONFIRMADO, ESTOY EMBARAZADA!

Cuando mi esposo y yo tomamos la decisión de traer un hijo al mundo, tuvimos una serie de emociones, incertidumbres y miedos, sin embargo quisimos ser responsables desde el principio, visitas al ginecólogo, navegaciones en páginas de internet, libros, revistas y conversaciones con nuestros amigos que ya son padres se hicieron cada vez mas frecuentes durante casi seis meses.
 
Ambos teníamos trabajo estable y el apoyo de nuestras familias, además de un matrimonio de tres años, nos amábamos y nuestra relación estaba consolidada, entonces, porque esperamos seis meses para tomar esta decisión? Bueno, yo estaba finalizando mis estudios universitarios y además estábamos culminando la difícil, engorrosa y cansadísima tarea de hacer nuestra casa (aventura casi imposible de realizar en nuestro bello país, aunque eso es tema de otro costal), en fin, esto me generaba un estrés terrible y no era recomendable pedir bebé en esas circunstancias, simplemente no era el momento.
 
Claro, una vez que terminamos la casita, decidimos trabajar con mas entusiasmo, noticia que emocionó en gran manera a mi marido (todos los hombres son iguales), eso si, teníamos claro que el proceso de concebir al bebé no podía limitarse solamente en tener sexo los días hormonalmente adecuados, yo nunca fumé y no tenía intenciones de hacerlo en ese momento, tampoco bebía licor, me ejercitaba ocasionalmente, tomaba mucha agua y comía a mis horas, así que me consideraba una mujer sana. Por supuesto, mi carácter obsesivo y terco hizo que durante ese tiempo me cuidara mil veces más, consumí ácido fólico, muchas frutas y no escatimamos en nuestras visitas al doctor. Al principio mencioné que teníamos miedos, uno de nuestros mayores temores era no poder concebir, como les pasa a tantas parejas en el mundo, gracias a Dios, ese no fue nuestro caso!.
 
Transcurría octubre del 2011, tenía cinco días de atraso y siendo yo muy exacta en mis periodos daba pie a que nuestras sospechas de embarazo fueran ciertas, pero no podíamos emocionar a nuestros padres, hermanos y amigos, que de por si mes a mes estaban pendientes de nuevas noticias y podían ilusionarse en vano.  El sábado 29 de octubre, al cumplir una semana de atraso no aguantamos más y me hice una prueba casera, el tiempo de espera se nos hizo eterno y al ver como "el palito" nos mostraba dos rayitas moradas sentí la sensación de alegría más grande que  había tenido en mi vida (hasta ese momento). Recuerdo gritar como loca y abrazar a mi esposo que tenía una cara de felicidad e incertidumbre tan grande como la mía.
 

Escribo estos recuerdos casi exactamente a un año de ese momento, con alegría al tener a una hermosa bebita de tres meses en mis brazos... pero que pasó durante los siguientes doce meses?... eso es otra historia... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario